Traición Agridulce
Tu maldita dulzura me ha engañado,
azúcar falsa,
amarga la vida me hiciste...
Doble rostro,
aparentemente bueno,
(Bello, tierno, pero malévolo).
Me hablaron de tu engaño,
ciego estuve, pues no les creí.
(Pensé que nos tenían envidia)...
No desconfié de ti, para nada;
eras mi amor, mi todo;
toda mi confianza deposité en tus palabras.
Te conocí, te amé, te di tiempo,
te respeté, te comprendí,
¿y qué ha pasado?
Me han presentado pruebas de tu engaño,
mi mente ha quedado sin palabras,
mi corazón quiere creerte,
pero sé que me has dañado...
Gracias por esos sueños rotos,
también te agradezco por los besos amargos,
con apariencia de ser dulces,
¿Agridulces?
Te agradezco por tus mentiras,
y le agradezco a Dios, por la verdad...
Porque sin ese acto de hipocresía,
mis ojos no estarían derramando lágrimas en este momento,
(tu engaño me ha lastimado).
Gracias por haber destrozado mis ilusiones,
La burla de tu engaño, aún sigue en pie.
Adiós apostadora de mis sueños,
ya mis ilusiones contigo se están acabando.
¿Por qué razón te acercas nuevamente a mí?
Ese beso, es hipócrita,
me duele, hasta el alma siento rota,
(El beso de la traición es agridulce).
La caja lista está, para enterrar esos sueños maravillosos,
de gala me he vestido, de negro, del color del alma dañada,
me despediré de tu aparente hermosura.
(Y a partir de ahora, “Traición” sera tu nombre).
Humberto Escobar Sayes